(El pueblo que se traga un río)
Llegue por San Antonio de los Baños
Donde me fue imposible no vivir
Silvio Rodríguez
Yo soy de donde hay un rio
De la punta de una loma
Silvio Rodríguez
EL PUEBLO
San Antonio de los Baños, villa de la provincia de La Habana, fundada en el siglo XVIII, hacia 1782, (algunas fuentes consultadas citan como fundación el 22 de septiembre de 1794), en lo que en Cuba se conoce como Habana Campo, este pequeño pueblo ubicado a unos 36 kilómetros del centro de la Capital Cubana, y con una superficie (el municipio) de 126 kilómetros cuadrados, con una tierra muy fértil y altamente productiva. Limita al norte con “Bauta”, al sur con “Güira de Melena” y “Alquízar”, al oeste con “Caimito” y al Este con “Quivicán” y “Santiago de las Vegas”, todos también municipios de la provincia de La Habana.
Con una gran historia y tradición cultural, que puede constatarse en el quehacer cotidiano de sus habitantes, las historias de varios de sus personajes mas renombrados, y también en los eventos internacionales y nacionales que allí se desarrollan.
Es un típico poblado de estilo Colonial, con una calle principal llamada “Calle Real” que fue en otros tiempos el eje comercial del pueblo. “La Placita” una de las plazas más bellas de San Antonio, con el río haciendo caprichosas curvas en su trazado, que dan forma al conjunto de puentes y vías, entre los árboles llorones y otros arbustos de las inmediaciones del río. Después transcurre la Calle Real hasta el “Parque Central” llamado así por estar ubicado en el centro de la misma calle, esta plaza conserva aun hoy su belleza, la simetría de sus jardines y la sombra de los framboyanes. El otro tramo de la Calle Real transcurre hasta el “Parque de la Iglesia”. Una plaza de grandes dimensiones, siempre fue la plaza más importante y los portales de las casas aledañas parece que miran hacia ella con respeto, y una elegancia desgastada por los años y una serenidad que invita a la paz.
Continuando su trazado en el mapa imaginario del recuerdo, la calle Real no termina en este punto, ni tampoco comienza en la Placita anteriormente citada, pero el encanto de la calle, su aspecto alegre y la algarabía de su aire, se encuentra entre estas dos plazas. El tramo anterior a la Placita ya parece que nos viene preparando para llegar al corazón del pueblo, o tal vez, para despedirlo, ya que es la Placita el punto de convergencia de todo el que llega y el que parte. En cambio en el tramo posterior al Parque de la Iglesia, el aire de la calle se convierte en una serenidad perpetua, en un ambiente tan tranquilo que contrasta con la algarabía anterior de la misma calle. Serán estas las razones, por las cuales, los paseos nocturnos se realizaban (y creo que aun se realizan), entre las dos Plazas distantes, pasando por el Parque Central.
Conservan sus características arquitectónicas más importantes unos pocos edificios del pueblo, actualmente ocupan un cinco por ciento de todas sus edificaciones. Dos terceras partes de su casco urbano ha sufrido reconstrucciones, varias entre finales del XVIII y principios del XIX. Cuenta hoy en día con una población aproximada de 40.000 habitantes. La altura predominante es la de una sola planta, aunque en las construcciones más recientes, ante la necesidad de aumentar el espacio habitable hay zonas donde ya predominan las dos y hasta las tres alturas. Es una verdadera pena, que las entidades que autorizan la autoconstrucción o la ampliación de las viviendas, no haya sido mas estricta en muchos casos, obligando a respetar algunos elementos característicos de la arquitectura colonial que predominaba en el Pueblo, no es que piense que debamos perpetuar el aspecto tradicional de nuestra arquitectura, pero saber conservar en las zonas mas representativas el aspecto histórico de nuestra ciudad, que nos preserva en sus paredes una Historia, en la madera de sus puertas y ventanas, en los balcones sencillos, en los aleros y los portales, tan necesarios ante nuestro sol y nuestras lluvias.
Una precipitación promedio anual de 120 mm y una humedad relativa que en el verano se halla entre el 65 y el 75 por ciento durante el día, y entre el 80 y el 90 por ciento durante la noche, debido principalmente a que se encuentra situado en una hondonada.Con más de 200 años de existencia, este pueblo debe su presencia a la Cuenca del Ariguanabo, y a la madera que en el antepasado era fuente de trabajo para muchos, gracias a los buenos bosques maderables que rodeaban al pueblo, prácticamente hoy extinguidos.
El nombre de “Ariguanabo”, es un término aborigen, “río del palmar” para los primeros habitantes de la zona, según varios historiadores.
La población se dedicó durante mucho tiempo, incluso hoy día, a la industria tabaquera, sin olvidar la notable producción textil, de especias para sazonar y de levadura de cerveza. En los inicios de los años 60, ya el numero de trabajadores en la textilera Ariguanabo colocaba esta industria de San Antonio de los Baños, en la mayor del país, como expresara en su discurso el comandante de la revolución cubana Ernesto Che Guevara el día 24 de marzo de 1963:
“dada la importancia que tiene en la producción del país la textilera de Ariguanabo, que en el momento actual es la unidad que tiene más trabajadores en todo el país. Es decir, es el centro industrial más grande con que cuenta nuestro país.“
Muchos de sus habitantes se dedicaron a la comedia, en tal grado que el pueblecito consiguió el pseudónimo de San Antonio del Humor.
Esta villa se destaca por ser la cuna de muchos y muy famosos humoristas, y ha propiciado la tirada de varias publicaciones satíricas. Tambien en otras ramas de la cultura, notables personalidades descienden de este Pueblo, músicos, poetas, escritores, pintores, actores, escultores y otras muchas ramas del arte.
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