sábado, 21 de febrero de 2009

TOLKIEN, UN MUNDO QUE NOS UNE

Aunque no es de tematica Arquitectonica, ni Habanera, es algo que nos une y no quiero que falte en este blog, para mi mas que amiga hermana Vivian este articulo introductorio sobre un personaje y una obra que nos apasiona.


J. R. TOLKIEN



"Tres anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo.
Siete para los Señores Enanos en sus casas de piedra.
Nueve para los Hombre Mortales condenados a morir.
Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.
Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para
encontrarlos ,
un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras."




LA OBRA DE TOLKIEN


  1. "El Silmarillion"
  2. "El Hobbit"
  3. "El señor de los anillos: La comunidad del anillo"
  4. "El señor de los anillos: Las dos torres"
  5. "El señor de los anillos: El retorno del rey"
  6. "Cuentos Inconclusos de Númenor y la Tierra Media"
  7. "Sir Gawain y el caballero verde"
  8. "Arbol y hoja"
  9. "Cartas"
  10. "Cartas de Papá Noel"
  11. "De una ida y una vuelta: El mapa del hobbit"
  12. "El granjero Ham Egidio"
  13. "El herrero Wootton Mayor"
  14. "Historia del Señor de los Anillos 1: El retorno de la sonbra"
  15. "Historia del Señor de los Anillos 2: La traiciónd e Isengard"
  16. "Historia del Señor de los Anillos 3: La guerra del anillo"
  17. "Historia del Señor de los Anillos 4: El fin de la Tercera Edad"
  18. "Historia de la Tierra Media I: El libro de los cuentos perdidos"
  19. "Historia de la Tierra Media II: El libro de los cuentos perdidos 2"
  20. "Historia de la Tierra Media III: Las baladas de Beleriand"
  21. "Historia de la Tierra Media IV: La formación de la Tierra Media"
  22. "Historia de la Tierra Media V: El camino perdido"
  23. "Historia de la Tierra Media VI: La caída de Numenor"
  24. "Historia de la Tierra Media VII: El anillo de Morgoth"




jueves, 19 de febrero de 2009

OTRA VEZ TALLET

LA SEMILLA ESTERIL

 

El sembrador, mozuelo rebosante de dicha,
en el alba inefable, al huerto de la vida
salió a sembrar. Andaba con andar presuroso
y una extraña sonrisa le iluminaba el rostro, 
Llevaba su dorada simiente en áureo cesto
que sostenía firme contra el costado izquierdo;
y así, cuando arrojaba un montón de semillas,
del corazón tomarlas talmente parecía.
Sembró, sembró sin tregua todo su extenso campo,
sembrando día y noche, en tanto que los pájaros,
desde el bosque lindante, con sus diversos trinos  -amigos generosos- regalaban su oído.
Y mientras que sembraba su dorada simiente
la regaba gustoso con sudor de su frente.
Cuando hubo sembrado todo su campo extenso dio un grito de alegría y,
rompiendo su cesto,
se reclinó en la tierra -merecido descanso después de su continuo,
fatigoso trabajo-
para aguardar paciente la ansiada primavera  en que le fuera dado recoger su cosecha.
Vinieron las escarchas, emigraron las aves:
en el bosque, sin hojas se quedaron los árboles;
y llegaron las brumas, la, nieve y la furiosa desolación del viento.
Pasaron las auroras...
Volvió la primavera, las aves retomaron,
y en la siembra ni un grano había germinado:
y era la tierra sólo árido yermo donde alguno que otro cardo iniciaba su brote,
Afligido el mancebo le dio la vuelta al campo, regando nuevamente la siembra con su llanto.
Y tal era su angustia y tal su desconsuelo
que, apenadas, las aves su canto enmudecieron. 
Una vez más tumbóse el sembrador iluso a esperar el momento de recoger su fruto. Vio pasar siete veces la ansiada primavera, yen vano siete, veces esperó su cosecha...

 

...y solamente un yermo era su extenso campo, interrumpido atrechos por uno que otro cardo... El sembrador alzóse, y se fue,poco a poco,
y una extraña sonrisa le ensombrecía el rostro.
José Z. Tallet

domingo, 15 de febrero de 2009

CENTRO ESPELEOLOGICO EN BOCA DE JARUCO

Autores del proyecto: Vivian Corona, Omar Pérez y Onelio Pérez.


El proyecto para la sede de la Sociedad Espeleológica de Cuba, fue el tema de tesis con el que tres alumnos de la facultad Arquitectura del ISPJAE se graduaron en 1989, se realizó bajo la tutoría del ingeniero Augusto Cañizares, quien falleciera poco tiempo después de su presentación.

Para su realización fue imprescindible el contacto con la Sociedad Espeleológica y con los grupos que trabajaban la zona. En la localización y cartografía de las espeluncas nos ayudaron miembros del grupo Martel, con los que intercambiamos criterios durante un arduo trabajo de campo, que duró alrededor de seis meses.

Se eligió la zona de Boca de Jaruco, por contar con muchas cuevas de diversas características, extendidas a lo largo de diez kilómetros cuadrados aproximadamente,
Era de interés, además, por estar situada cerca de la Vía Blanca, arteria de importante flujo turístico entre la Ciudad de la Habana y Matanzas-Varadero.

El proyecto se dividió en tres grandes zonas; el campamento Rio Jaruco, que se propuso enclavar, donde existía una base de campismo popular. El campamento estaba dirigido a albergar a los espeleólogos nacionales que confluyen en la zona, para hacer prácticas de espeleología y alpinismo. Aquí se utilizó una tipología, informal para las cabañas y demás servicios usando materiales ligeros, como la madera para paredes y cubiertas y aprovechando la belleza natural de los alrededores del río Boca de Jaruco, nos propusimos adaptarnos a la geografía del lugar para que la arquitectura fuera un componente anónimo, y no robara el protagonismo al exuberante paisaje.

La segunda zona se propuso en el centro de la llanura cársica e incluiría la parte administrativa y docente del centro, así como un museo, ubicado en la cueva del Bao, de gran importancia desde el punto de vista arqueológico, pues en ella se encontraron los restos del único animal prehistórico, que existió en el país. Hay que destacar la importancia científica de esta llanura, pues en ella hubo un gran asentamiento de indígenas, que nos dejaron múltiples pictografías y conchales. Por todo lo expuesto la ejecución del centro ayudaría a preservar el entorno, el cual ya ha sufrido significativos daños.. La propuesta arquitectónica en esta zona, sigue el mismo principio que la del campamento Rio Boca de Jaruco porque. lejos de romper o imponerse al paisaje natural, se integra al mismo, tratando las paredes de hormigón de las edificaciones con recubrimiento y texturas, a fin de mimetizarlas.,y las formas simulando grandes clastos, que se suman a los ya existentes en el lugar.

La tercera y última zona está ubicada en el extremo noreste del conjunto, aprovechando las terrazas marinas que ofrece Punta Jíjira en la costa norte. Aquí se proponía la creación de una villa turística para visitantes nacionales y extranjeros, lo que daría respuesta a la carencia de servicios que existía en este primer tercio entre la Cuidad de la Habana y Varadero.
En el curso de nuestra investigación nos tropezamos con un anteproyecto muy interesante del arquitecto Antonio Quintana quien, en su Bojeo a la Isla, vio desde el mar una pequeña cueva formada por dos niveles, de difícil acceso terrestre y propuso construir un restaurante en el lugar. Nos entrevistamos con él y le pedimos nos dejara utilizar los accesos de su propuesta para integrar ambos proyectos, a lo que accedió.
Esta última zona tiene incluida una cueva de poca profundidad y puntal muy alto: la Cueva de los Bandoleros, cuyo reciente pesquisaje arqueológico produjo el hallazgo de los restos del perro mudo de los indios, testimonio irrefutable para la comprobación de su existencia.
Aquí las edificaciones si se contrastaron con la naturaleza, pues el paisaje es desolado, y trabajamos la propuesta con una arquitectura fuerte desde el punto de vista formal, que obligara a los visitantes a detenerse.

El total de objetos de obra a diseñar por los tres autores de este proyecto fue de 101, lo que lo hace importante y significativo, y como planteara el ingeniero Augusto Cañizares en su presentación :“Un trabajo de tal magnitud es inconcebible desde visiones de gabinete. Los autores lo han logrado gracias a una identificación total con la zona, que partió del trabajo del tradicional estudio de campo y llegó más allá, incluyendo participación personal en trabajos topográficos y entrevistas de todo tipo.”

Los recorridos por las diferentes cavernas: Las Muelas, Cueva del Bao, Cinco Cuevas, Don Martín, El Cable, y Los Bandoleros, etc., y los trabajos de cartografía de casi todas, hubieran sido imposibles, como deciamos al principio, sin la colaboración de los miembros del Grupo Martel de Cuba en este trabajo.

La presentación, como bien diría nuestro Tutor en el párrafo anteriormente citado, no podía tampoco realizarse en un gabinete o en una fría pizarra de la facultad, por lo que se decidió efectuar la defensa en el lugar, recorriendo algunas cavernas y presentando in situ nuestras propuestas sobre el terreno. Este hecho fue algo inusual en las tradicionales defensas de tesis en la facultad de Arquitectura. Allí en Boca de Jaruco quedó consumada nuestra graduación como arquitectos, lo cual corroborara nuestro tutor, Ingeniero Cañizares, cuando afirmó: “Si la arquitectura es la conquista y humanización del espacio mediante un sistema conceptual y técnico que justifica y materializa soluciones de proyectos, entonces Vivian, Omar y Onelio son, de hecho, arquitectos, y su Centro Espeleológico de Boca de Jaruco lo demuestra”

Poco tiempo después de la defensa del proyecto, fuimos invitados al “Congreso Internacional 50 Aniversario de la Sociedad Espeleológica de Cuba”, efectuado en el Palacio de las Convenciones en enero de 1990, allí expusimos una vez más nuestro trabajo, esta vez ante destacados espeleólogos y científicos. Esta nueva presentación recibió una positiva acogida por los participantes en el evento y por la prensa nacional.


Onelio Pérez y Vivian Corona.
febrero 2009
Queremos dedicar esta publicacion en homenaje al Caña, nuestro tutor y amigo Augusto Cañizares.
Mil gracias a Minerva por su ayuda.

miércoles, 11 de febrero de 2009

LA CASA DE LA CASCADA

La "Casa de la Cascada" o casa Kaufmann es uno de los hitos principales de la arquitectura del siglo XX. En ingles Fallingwater indiscutiblemente es la obra maestra de Frank Lloyd Wright, aspecto este en el coinciden muchos historiadores y críticos de arquitectura.
Situada en Bear Run, Pensilvania (Estados Unidos) fue terminada en 1939. Diseñada entre 1934-1935 y construida durante 1936-1937, Fallingwater fue la casa de campo para Edgar Kaufmann, su esposa Liliane y su hijo Edgar Jr., dueños de unos grandes almacenes en Pittsburgh. Hoy en día Fallingwater es un monumento nacional en Estados Unidos que funciona como museo y pertenece al Western Pennsylvania Conservancy (Centro de conservación de Pensilvania Oeste)
Frank Lloyd Wright (1876-1959) es considerado como el mejor arquitecto estadounidense, y a su vez, la "casa de la cascada" es frecuentemente llamada "la residencia más famosa que se haya construido", la AIA (American Institute of Architects) la ha juzgado como "el mejor trabajo de un arquitecto estadounidense".
Siguiendo los principios de " Arquitectura orgánica " enfatizados y desarrollados por Wright en su escuela y estudio Taliesin, Fallingwater es uno de los mejores logrados y mas destacados. Básicamente consiste en integrar en una unidad (edificación) los factores ambientales del lugar, uso y función, materiales nativos, el proceso de construcción y el ser humano o cliente. Existen varias anécdotas sobre la construcción de Fallingwater; la localización preferida de los Kaufmann en su finca de verano estaba situada frente a la cascada formada por el riachuelo "Bear Run". Después de un par de visitas al lugar, proponer y ser aceptada la construcción sobre la cascada, y nueve meses "sin tocar un lápiz", Frank Lloyd Wright "germinó" el proyecto en su cabeza.
Cuando Edgar Kaufmann anuncio su visita a Taliesin (septiembre de 1935), Wright se sentó y dibujo el primer boceto de la casa y los planos se desarrollaron en pocas horas. Wright le comento a Kaufmann "...diseñada para la música de la cascada...para quien le gusta oírla". Hoy en día el sonido de la cascada se percibe desde cualquier lugar de la casa.
Los Kaufmann compraron una parcela boscosa fuera de Pittsburgh con una cascada del arroyo del Oso y algunas cabañas de madera. Cuando las cabañas de su finca se deterioraron tanto que tuvieron que ser reconstruidas, el señor Kaufmann entró en contacto con Wright. Inicialmente, los Kaufmann asumieron que Wright diseñaría una casa con vistas a la cascada.
Frank Lloyd Wright pidió un estudio topográfico del área alrededor de la cascada, que fue realizado por la Compañía Fayette Engineering de Uniontown, e incluyó todas las rocas, árboles y curvas de nivel. Posteriormente, Wright creó un nuevo mapa en que precisaba el diámetro de los troncos de los árboles y la especie a la que pertenecían. Cuando Wright comunicó que la casa iba a estar sobre la cascada la familia se negó en un primer momento, aunque después el arquitecto les convenció de que esa era la mejor opción. La Casa de la Cascada se convirtió en la casa de los fines de semana para la familia desde 1937 a 1963. Cuando el matrimonio Kaufmann murió, el hijo vendió la Casa de la Cascada a la Fundación Frank Lloyd Wright porque se vio incapaz de afrontar los elevados impuestos que el edificio imponía. Desde 1964, año en que se abrió al público, la Casa de la Cascada ha recibido casi cuatro millones de visitas (datos de julio de 2006).


El terreno en el que se ubica la casa tiene abundancia de rocas a nivel del suelo, las cuales sirvieron de cimentación del edificio. La zona tiene un relieve ligeramente accidentado, un bosque de árboles caducifolios que se mantiene prácticamente virgen ya que solo un camino peatonal conduce a la casa, y el arroyo del Oso, en el cual está la cascada de la casa. Del terreno del lugar se extrajeron rocas que conforman mamposterías de la parte baja de las fachadas del edificio, colocadas en ese lugar para crear una progresión desde la roca natural del suelo hasta el hormigón de las partes altas. El resto de las fachadas es de color crema, color contrastante con el entorno verde o marrón (según la estación). Otro elemento contrastante de la casa son las formas ortogonales que tienen los voladizos y las paredes, imponiéndose así la casa como "arquitectura".
El edificio guarda una relación con el entorno que llega a ser de respeto o adaptación al medio. Así, los cimientos de la casa son las rocas del lugar, y algunas de ellas sobrepasan el ancho forjado de la primera planta asomándose junto a la chimenea. Gran parte de la casa está en voladizo, situado encima del arroyo. La casa, de dos plantas, se extiende horizontalmente con prominentes voladizos y terrazas, sin embargo hay un núcleo que crece verticalmente, en el que está la chimenea. Tiene unas ventanas que se extienden verticalmente y que pasan de una planta a otra, mostrando así los forjados. Éste núcleo vertical es el "corazón" de la Casa de la Cascada.
En la cara norte de la casa, la opuesta a la que "vuela" sobre el arroyo, hay una serie de pérgolas a modo de toldo que transcurren desde la pared exterior hasta un talud de piedra que se eleva sobre el camino que conduce a la entrada. A este sitio se le conoce como el "bosque de la casa". Dos pérgolas describen un arco que esquiva el tronco de dos árboles. Este recurso lo usó Wright para dejar claro el respeto a la naturaleza con el que está diseñada la casa. Las sombras que proyectan las pérgolas se asemejan a las de los troncos, efecto que hace que la sombra de la casa se difumine en las de los árboles. En el suelo de la terraza del despacho del señor Kaufmann se dejó dos huecos para que fuera traspasada por dos árboles. Éstos se murieron durante la construcción de la vivienda y no se llevaron a cabo dichas aberturas.
Al parecer E.J. Kaufmann desconfió del cálculo estructural de Wright y secretamente aumentó acero en la estructura, lo que motivó la ira del arquitecto quien le recriminó su falta de confianza. Sin embargo, Wright se equivocó en el cálculo estructural. Gracias a ese acero extra los voladizos no colapsaron, sin embargo ya en los años 90 se observaba una deflexión de hasta 20 cm. Trabajos de postensado en el 2001 lograron estabilizar la estructura, pero costaron 11,5 millones de dólares, unas 100 veces el costo original de la casa.
En el interior de la Casa de la Cascada encontramos habitaciones singulares por su distribución, ubicación y acabados. Al entrar en la casa por principal, situada en la cara norte, accedemos a una pequeña habitación con función de recibidor ubicada bajo las escaleras que conducen a la segunda planta. Pasada dicha habitación se entra en la sala de estar, el habitáculo más grande de la casa desde el que se divisan unas vistas espléndidas del bosque que rodea la vivienda. Al entrar, frente por frente está el llamado "rincón de la música", cuya etimología se desconoce, a la derecha está la zona con sofás y detrás del "rincón de la música" está la "escalera del agua", llamada así porque baja a una pequeña plataforma que está junto al arroyo. Para bajar por ésta es necesario abrir unas mamparas correderas de vidrio. Los escalones de la "escalera del agua" están colgados de unos cables en tracción unidos al primer forjado.

Las paredes de la sala de estar, al igual que las del resto de la casa, son iguales que las de fuera, con partes de mampostería de piedra del lugar. El suelo es de piedra marrón y el techo tiene un diseño que envuelve a las lámparas incluidas en el mismo, diseñadas expresamente para esta casa. Según se entra al comedor, a mano derecha, está la chimenea, rodeada de piedras naturales que afloran del suelo. A su izquierda está la "bola del vino", un contenedor rojo circular provisto de una bisagra que posibilita colocarlo sobre el fuego para calentar la bebida que contiene. A ambos lados de la habitación hay una puerta que conduce a una terraza. La del lado este tiene a su vez una escalera exterior que lleva a la terraza del dormitorio del hijo de los Kaufmann. A la izquierda de la chimenea está la puerta que conduce a la cocina, una habitación más pequeña que la sala de estar con muebles diseñados por Wright y exclusivos para esta casa, al igual que sucede con el resto de mobiliario de la vivienda. Entre la puerta de la cocina y la escalera está la mesa para comer, empotrada a la pared norte de la sala de estar.
En la segunda planta hay dos dormitorios, dos cuartos de baño y el despacho del señor Kaufmann, así como tres terrazas y las escaleras que conducen al mirador de la tercera planta. Según se accede a esta planta se entra en un pequeño pasillo que distribuye las dependencias. El dormitorio del hijo Kaufmann está sobre el "rincón de la música" de la primera planta, el cual tiene un pequeño cuarto de baño. Al este de este dormitorio está la terraza individual del hijo, en la que hay una escalera exterior que baja a la primera planta. Sobre la zona de sillones de la sala de estar está el dormitorio del matrimonio, el cual cuenta con un pequeño cuarto de baño y una extensa terraza que se extiende en voladizo en dirección sur. En la parte oeste de la segunda planta está el despacho del señor Kaufmann. En esta habitación hay una cama y una escalera que conduce al mirador que hay sobre la segunda planta. La chimenea asoma tanto en el dormitorio del matrimonio como en el despacho. En esta última habitación está la ventana acristalada corrida que se prolonga hasta la cocina. En la pared oeste del estudio hay una puerta que lleva a la terraza del mismo, en la que originariamente había dos árboles que atravesaban el forjado.



jueves, 5 de febrero de 2009

LUGARES


Viajar significa nacer y morir en cada instante" (Víctor Hugo)


Uno esta conectado a los lugares donde ha vivido como un niño a su madre a través del cordón umbilical, y digo donde ha vivido de manera general, pues no necesariamente tienes que haber vivido en ellos.
El sitio donde creciste, el barrio, tal vez aquella vieja casa, aquella esquina, te devuelven a veces al pasado, al mismo pasado al que recurres en tus pensamientos, en tus recuerdos, pero ver que existen esas paredes, esos muros, esos lugares, que son reales, te ayudan a que tus pensamientos y tus sentimientos puedan florecer en todo su esplendor.

Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida,
y entonces comprende como están de ausentes las cosas queridas.(canción popular)

Por eso los parques aquellos donde jugábamos, el farol viejo de aquella esquina donde diste el primer beso, aquel cine acaso ya desmantelado y viejo, o el banco distante, son tan importantes en nuestras vidas. Puede significar mas un trozo de asfalto agrietado, una acera, un portal, una ventana, pueden significar más que un monumento, un rascacielos, o un supermercado.

Entonces te das cuenta un buen día que posees en tu alma esos paisajes tuyos, únicos, que a lo mejor el tiempo los ha exagerado un poco, te parecía mas grande aquella puerta o han estrechado este pasillo, sin darte cuenta que a veces eras tu el que eras mucho mas pequeño, que tus ojos eran mas nuevos y eran capaces de captar en la distancia muchos mas detalles que ahora con la lupa del tiempo.

Ahora pienso en aquellos hermanos que regresaron a la vieja casita del campo, con piso de tierra donde nacieron, y desde allí miraron todo lo andado. Ya no quedaba en pie nada, tan solo algunas marcas en el terreno que recordaban que allí alguna vez hubo una casa.

Pero también hay lugares soñados, anhelados, a los que no has viajado nunca, tan solo en fotos, postales, imágenes que has atrapado de libros, programas, referencias. Lugares donde ocurrieron hechos que alguna vez te conmovieron. El sitio donde nació determinado personaje que admiras, o el lugar exacto en el que murió alguien. Son lugares por donde tu corazón anda de puntilla, como un fantasma que habita espacios invisibles, como una sombra que se alarga de espaldas al ocaso.

Volver incluso al lugar donde fuiste infeliz, al sitio que ayer te dolió y te dejo heridas profundas, es como reabrirlas nuevamente, pero desde la óptica del anciano que mira como un niño da sus primeros e inseguros pasos. Es saber que los has superado, que lo que fue ya no será, que lo que pudo haber sido ya no será nunca.

Para cada lugar entonces acumulamos en nuestro ser, un cúmulo de emociones, de sensaciones que acarician el alma, distintas a la de los demás, únicas, nuestras, contradictorias a veces, pero profundamente ancladas en nuestro ser.

Feb-2009

domingo, 1 de febrero de 2009

DESCUBRIENDO SAN AGUSTIN

La ciudad mas antigua de Los Estados Unidos de América, fue fundada en 1565 por el almirante español Pedro Menéndez de Avilés, el 8 de septiembre, quedando bautizada con el nombre de San Agustín por ser ese el día del santo. Su carácter hispano y religioso condicionó desde los orígenes a San Agustín, que se adelanta por 21 años al primer asentamiento británico en Virginia, y por 42 a los primeros territorios en Nuevo México.


Un grupo de misioneros franceses construyó el fuerte de Caroline en las orillas del río de Saint John (en donde hoy es Jacksonville). Esto molestó al rey de España que de inmediato envió a Pedro Menéndez de Avilés a destruir el fuerte y ordenó se construyera una colonia del gobierno español y fue así como surgió la fundación de la ciudad de San Agustín en 1565.

La colonia española fue ocupada por ingleses, aunque paso a ser nuevamente habitada por españoles, y acabó finalmente siendo territorio estadounidense en 1821. La larga historia de San Agustín incluye ataques de piratas, guerras y lo que fue el 'boom' industrial gracias al ferrocarril, hecho esencial en el posterior desarrollo de Florida. También fue sitio clave para el movimiento de los derechos civiles liderado por Martin Luther King Jr. en los años sesenta.

Cuando llegas a esta ciudad, da la impresión que estas fuera del territorio Norteamericano, y que te encuentras en una vieja y pintoresca ciudad de Europa. Verdaderos monumentos de historia conforman su arquitectura colonial, conservada hasta la actualidad, como el Castillo de San Marcos, la llamada Escuela de Madera más Antigua de Estados Unidos (del siglo XVIII), el faro, la primera catedral católica del país, viejos cementerios, el hotel Ponce de León, el museo del antiguo cuartel militar español, que guarda objetos cotidianos de la época, y la casa de Peña Peck, uno de los mejores ejemplos de mansiones del siglo XIX. Además de otros museos, en calles como la St. George se puede encontrar todo tipo de restaurantes, cafés, bares, tiendas y galerías de arte. Es una tradición de esta ciudad, el brindar a sus visitantes su aspecto histórico, a lo largo y ancho de sus comercios calles y plazas, desde el vestuario de los camareros y dependientes, hasta todo tipo de artista callejero, crean un ambiente de perfecto bienestar. En la frescura de sus patios, rodeados de verdes jardines, puedes pasar horas contemplando la belleza, la tranquilidad y disfrutando del buen clima del lugar. Además de contar con una playa a solo 5 minutos del centro de la ciudad.




La forma más sencilla para explorar San Agustín es comenzando por la puerta de la ciudad, una de las entradas de la antigua muralla que protegía el casco histórico y de la que todavía quedan restos. Al borde del mar, al final de la avenida Méndez, encontramos uno de los mayores símbolos de San Agustín, el castillo de San Marcos, que se construyó en 1695 para proteger la ciudad de los ataques de piratas y corsarios. Con unas murallas de hasta seis metros de altura hechas de coquina, una piedra caliza formada por conchas y corales sedimentados que absorbía los proyectiles enemigos, este fuerte español es uno de los más completos que se conservan en Estados Unidos.
En 1586 el corsario Sir Frances Drake invadió y quemó la ciudad de San Agustín. Esta amenaza de corsarios e ingleses llevó a la Corona española a ordenar al gobernador don Manuel de Cendoya, ya radicado en San Agustín a que construyera un fuerte para proteger las costas occidentales de la Florida.
El Castillo de San Marcos fue una obra majestuosa, con una semblanza de castillo medieval Europeo, que restringe el acceso con canales de agua alrededor y cuenta con cuatro bastiones, con garitas de centinelas de la artillería de los pesados cañones que disparaban balas de 50 a 100 libras; la plaza de armas, cuartos de guardias, 20 bodegas de almacenamiento de víveres, almacén de pólvora, tres pozos de agua y una iglesia.

El 10 de julio de 1821 el estandarte español fue bajado permanentemente y con el estruendo de cañones fue izada la bandera con 23 estrellas de los Estados Unidos. En 1825 los norteamericanos cambiaron el nombre del Castillo de San Marcos con el nombre del general Francis Marion. En 1942 el Congreso federal restituyó el nombre del fuerte y el Servicio de Parques Nacionales tomó la custodia de obra monumental.


Desde el castillo de San Marcos se divisa la cruz de la misión del "Nombre de Dios", de más sesenta metros de altura, ubicada en el lugar exacto donde tocaron tierra los colonizadores españoles y donde se celebró la primera eucaristía que convirtió a San Agustín en la diócesis católica más antigua del país.
La historia de San Agustín posterior a la colonización española puede admirarse a lo largo de la calle King que discurre hacia el norte de la plaza de la Constitución, en una zona donde el millonario Henry Flagler empezó a concebir el sueño de convertir Florida en uno de los principales destinos turísticos del país tras iniciar la construcción del ferrocarril en este estado a finales del siglo XIX.
El hotel Casa Mónica y el castillo de Zoraida, que reproduce a escala una parte del palacio de la Alambra de Granada, completan el atractivo de esta zona, un claro ejemplo de los intentos de San Agustín por adaptarse a la modernidad.

Estas construcciones contrastan con las de la vecina calle Avilés, más estrecha, que tiene reservadas otras sorpresas del pasado como el hospital militar español, la casa del comerciante español Ximénez-Fatio, de finales del siglo XVIII, y uno de los tesoros de San Agustín, la casa más antigua que se mantiene en pie, con más de 300 años de historia, que perteneció al artillero español Tomás González.

La historia, el contraste y la belleza, hacen de esta ciudad un lugar mágico, feliz, alegre, que el tenue gris de las tablas añejas de muchas fachadas lejos de impregnar tristeza, dan una sobriedad como fondo a ese mundo casi irreal, místico, semejante al de los cuentos de hadas y las películas de fantasías.






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