El Anfiteatro. Quizás una de las edificaciones más atractivas del Parque Lenin lo fuera el anfiteatro con un escenario flotando sobre el embalse de agua que centra el complejo. Proyectado por Hugo D´Acosta y Mercedes Álvarez, esta obra constituyó un tributo tropical a los anfiteatros griegos y romanos. Los asientos para el auditorio fueron construidos con bloques de piedra caliza tallada en forma de sillas y butacas, y entre ellos crecía la hierba en forma controlada a modo de ambientación natural
lunes, 29 de septiembre de 2014
jueves, 11 de septiembre de 2014
CONSTERNACIÓN POR EL CRIMEN DE N.Y.
CONSTERNACIÓN POR EL CRIMEN DE N.Y.
ENTRE LORCA Y ALBERTI
¡Como escupe veneno de bosque
por la angustia imperfecta de Nueva York!
F.G.Lorca
Aquí no baja el viento,
se queda aquí en las torres
en las largas alturas,
que un día caerán,
batidas, arrasadas de su propia ufanía.
R. Alberti
No hay razón, no
hay odio, no hay locura
que justifique una
mínima injusticia
el niño que arranca
las alas de las mariposas
el otro que pisa
insistente las hormigas
la autopista donde
tu vida vale menos de un segundo
el albañil sin su
casco, el loco en el escenario
el dictador en su
tribuna.
No hay silencio sin
pupilas asustadas
cuidad desplomada
hasta su sombra.
Una sola lágrima
vale más que todo el cielo
parpadeos terribles
emigran por mis dedos
sangre sobre sangre
coagulada en mi garganta
mudo de luz
escribiré el poema
abierto al ayer
besaré tu boca.
Septiembre-01
martes, 9 de septiembre de 2014
RAICES QUE RECLAMAN SU ESPACIO
Esta la tome en mi calle, en 2010, ya practicamente no queda acera. esto se repite a lo largo de toda la calle.
El resto de las fotos vienen de un post con igual nombre de "Cultura inquieta"
El resto de las fotos vienen de un post con igual nombre de "Cultura inquieta"
viernes, 5 de septiembre de 2014
DÉCIMAS A VALIENTE
DÉCIMAS A VALIENTE
Intentaré usar tu
espada
sin pretender ser
valiente,
solo tu verso es
cimiente
de la más pura
tonada.
En mi mente está
grabada
luz que tu alma
expandía,
te vi llegar cada
día
a la puerta de mi
casa
ya estaba el café
en la taza
y en el aire la
poesía.
Envuelto en tu sentimiento
meditabundo
callabas
y en tu mente se
forjaba
la rima en el pensamiento.
Describiendo el
sufrimiento
del pueblo con tu
mensaje
se desdibujo el
paisaje
para colorearse
luego
cuando tu verso de
fuego
era el arma en el
combate.
En ti admiré esa
virtud
que solo el poeta
posee,
ver lo que otro no
puede
y en palabra
hacerlo luz.
Ejemplo en mi
juventud
las décimas que
enviaste
y con ellas nos
dejaste
abrigo para el
invierno
recuerdo que ya es
eterno
sin tiempo que lo
desgaste.
Y aunque no lo
apuntaste
repite el verso “al
amor”
que te dictó el
corazón
(ese día no
improvisaste)
La luz dices,
divisaste
de estrella que
madre es,
no importa saber
qué fue
qué pasó en aquel
segundo
el mayor amor del
mundo
te aplaudió, puesto
de pie.
Más otro verso me
hiere
muy dentro del
corazón
mi abuela, desde el
sillón
hablando con las
paredes.
Captaron tus
poéticas redes
que su corazoncito
anciano
enviaba hasta lugar
lejano.
Y en décimas
describiste
contándonos que le
viste
lagrimeándole la
mano.
Valiente, yo te
agradezco
el verso en el agua
fría
veinte años
después, poesía
en todas partes
padezco;
fuiste mi mejor
maestro
sin que yo lo
comprendiera,
ahora cuantas cosas
diera
por sentarme a
conversar
siempre podrás
contestar
al tema que yo
prefiera.
Cuando se murió tu
hermano
se te quebró tu
mitad
muchos, te vimos
andar
como medio ser
humano.
La muerte te dio su
mano
sentiste su tacto
frío,
te miraste un día
en el río
con un dolor tan
profundo
pues quedaste en el
mundo
como un espejo vacío.
San Antonio dijo
adiós
a su poeta un buen
día
se quedo sin poesía
y hasta el río
enmudeció.
Pero luego
comprendió
que estabas en
todas partes
en las calles, en
los parques,
el tres, el punto
cubano,
el olor del café,
el habano
y en la palma de
los valles.
Los años siguen su
hastío
la vida marcha
adelante
nos quedará
recordarte
y ver tu espacio
vacío.
Estés donde estés
te envío
estos versos sin
espinas
sabrás perdonar mis
rimas
lo que vale es el
intento
dejaré mi voz en el
viento
donde la tuya le
anima.
O.Perez / julio 2002
lunes, 1 de septiembre de 2014
Recuerdos ambientales del Arigüanabo
Por Giraldo Alayón García
Hace poco más de medio siglo el parque central de San Antonio de los Baños se poblaba, en los atardeceres, de ruidosos Totíes y Chichinguacos que, por decenas, cundían sus árboles. Algunos se molestaban por las deyecciones que solían caerles encima, mientras otros se solazaban con la variedad de cantos, chirridos y escarceos de estas aves.
Hace muchos años estos pájaros dejaron de acudir a su lugar de descanso nocturno, quién sabe si por las sucesivas modificaciones sufridas por el arbolado del parque, o por las masivas fumigaciones en el campo y en las ciudades. En fin, parece que decidieron buscar otros lares y nos dejaron, a los arigüanabenses, sin el encanto de su presencia en el corazón de nuestra villa.
De niño me gustaba perseguir, en mi propia calle, las múltiples mariposas que revoloteaban, principalmente en los meses de verano; no tenía red para capturarlas, pero me contentaba verlas volar delante de mí. Ya de joven e interesado en los insectos, llegué a contar hasta 25 especies que con regularidad se observaban en mi barrio, coloreando los jardines y patios. En el presente es difícil observar alguna en todo el año, y sólo en zonas periféricas de la ciudad podemos, con suerte, ver 2 ó 3 especies.
¿Qué ha pasado?... Probablemente las sempiternas fumigaciones, las talas, las modificaciones del paisaje, la urbanización. Estos son los factores que se repiten y nos indican nuestra responsabilidad y quizás nuestro divorcio con el medio natural.
Recuerdo que --hace muchos años-- las carreteras y fincas que rodeaban a mi pueblo eran lugares con muchos árboles. Recuerdo que, hasta hace no mucho, mi villa desde las alturas se veía casi oculta por los árboles. Recuerdo El día del árbol, que se celebraba cuando estudiaba la primaria. También recuerdo al gran y viejo cedro de El Campismo (Monumento Municipal), ominosamente derribado por manos irresponsables.
Hace 20 años nos bañábamos en el río Arigüanabo sin preocupación alguna; mis hijos y yo aprendimos a nadar en nuestro río como muchos otros en nuestra villa. Hoy es un riesgo sumergirse en sus aguas contaminadas y sucias.
Estos breves y atropellados recuerdos me llevan a una reflexión final que quiero compartir con el lector.
Se suelen ver los problemas ambientales desde una perspectiva planetaria; se suele opinar sobre estos mismos problemas a miles de kilómetros de distancia. Sin embargo, ante nuestras propias narices, tenemos la solución o al menos la atenuación de todos los desmanes que se han cometido y se cometen contra la naturaleza. Es frecuente escuchar argüir sobre el calentamiento global y sus presentes y futuras consecuencias, y no reparamos en que estamos parados y caminamos sobre basureros y albañales, y que en nuestros vecindarios y campos se cazan y enjaulan valiosas especies de nuestra avifauna.
Debemos educar a nuestros hijos en el amor al otro (no sólo al humano). Debemos comprender la necesidad de armonizar con las demás especies que pueblan la Tierra, e incluir en ello a este pequeñito espacio de la geografía cubana que es el Arigüanabo.
San Antonio de los Baños
Agosto 30, 2014.
Agosto 30, 2014.
tomado de http://segundacita.blogspot.com/
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