MI LIBERTAD, ENERO Y DULCE DE NATA
a Luis Pastor
Nostálgicos, alérgicos, descendimos a la libertad
eran alas de un avión prohibido
era un grito en mitad del aeropuerto
lágrimas de angustia en los cristales.
Madrid nos dio sus puertas, su metro, su retiro,
mendigos acurrucados en los rincones.
Latinos esperando su lento amanecer como nosotros
Africanos ojos de tristeza exprimiendo esperanzas
vidrieras iluminadas, colores, tiendas repletas
y medio día cerrado para hacer siestas sagradas.
Después llegaste tú, llegamos a ti como la sombra
miércoles 21 de enero y mil pesetas para verte
para oírte por primera vez cantar cada poema,
descubrimos tras tus palabras
como se escondía una queja de inconformidad.
Afuera la ciudad esta repleta de injusticias.
Incomprendidos, marginados, ocupas, drogadictos,
vagabundos con perros sucios acompañando su hambre
enamorados despeinados amándose en las aceras
compartiendo ese cigarro que no sé muy bien qué es...
gente común que limpia los lavabos, recoge la basura,
se suben en andamios para colorear el cemento,
van al surco bajo el sol a recoger tomates,
mientras algunos prefieren sentarse para cobrar el paro.
Comprendimos entonces que la libertad que uno ansía
comienza en las alas rotas de otra gente,
que en enero el año nuevo trae las mismas agonías
que hay mil desdichados ahí afuera soñando
soñando esta suerte minusválida que me acompaña
y tantas veces maldigo.
jul-02
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