ANTOLOGIAS
I
Escogieron en una antología
a escritores de un mismo país,
de un mismo idioma
y un mismo siglo.
Pero nadie sabia
que se odiaban unos a otros.
Les impusieron
el orden de aparición
y los fragmentos que publicarían de sus obras.
Y en el lanzamiento hubo una batalla
donde los gruesos tomos de la antología
volaron de cabeza en cabeza
hasta exterminarse unos a otros
con sus propias palabras.
Así pasaron a la gloria.
II
Ellos se odiaban
no se hablaban desde hacia siglos
se evitaban en actos y presentaciones
elegían mesas separadas
y aceras opuestas.
Pero en la antología
quedaron uno junto al otro
hombro con hombro
expuestos, integrales, enfrentados
y cuando se cierra el libro
que es el resto del tiempo
que deja de estar abierto por unos minutos
quedan uno sobre otro
cara con cara
letra con letra
palabra con palabra
eternamente.
III
En la antología reunieron
a poetas que tenían en común la poesía.
No la forma de verla
con sus gafas
con sus lupas
con sus miedos.
De tocarla
con sus carnes
con su sangre
con sus dudas.
Saborearla
con la lengua
con sus labios
con su alma.
No la forma de olfatearla
soltarla, pulirla, abrazarla
apresarla para siempre
o para nunca.
Tenían en común la poesía
Y nada mas.
POESIA DE ANDEN
Se cruzaron y apenas se miraron
parecía un congreso literario
pero era una estación de trenes
donde una pálida muchacha leía versos:
Lorca bajaba y subía Marti
desde una ventanilla se asomaba Machado
Vallejo vestía el traje del conductor
mientras Neruda chequeaba los boletos.
Becquer cargado de maletas esperaba en el andén
no muy lejos Darío compraba la prensa
Borges esperaba a alguien
con un cartel que decía Benedetti
Alberti se despedía de Whitman
Amado y Octavio bebían en el bar
Guillen abría buscando algo en sus maletas
mientras Lugones contaba sus pisadas
Girondo miraba a unas muchachas
Llevaba una cesta con gallinas Lezama
Góngora miraba su reloj
Buesa perdió su tren y gestiona en ventanilla
un cambio de boleto, mientras le atiende Cardenal
Rimbaud y Baudelaire hablan en francés
desde dentro del tren se ve a Gelman
sentado junto a Byron
Poe se quita su sombrero y juega con un niño
que va del brazo de Pessoa…
Suena la sirena de salida del tren
la muchacha cierra el libro aun sin terminar
sin leerlos a todos…
se dice, no están todos aun…
no están todos…
continuare leyendo en el trayecto
sube a su tren y parte.
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