domingo, 10 de julio de 2016

ERA DURO EL INVIERNO


        Fantasma de Julián del Casal
no te parece que hoy es demasiado tarde.
Mientras se acostaban juntos
en Bélgica en su cuarto y eran
novios tormentosos
Verlaine el joven y Rimbaud el niño
tú escribiste sudoroso cegato
tú escribiste sacrificio es obtener
ventaja sobre Dios.
          Cifrada está la lengua desde entonces.
La Habana era La Habana
no Cantón ilusivo.
Los primeros tumbos del amanecer
siguen llegando al cuerpo.
Como antes traspasan las paredes de tiza
y el cuerpo está nadando sin molestar
a nadie
sin tocar a nadie.
          Sostuviste una conversación
a media lengua -- siempre a la mitad --
los desvaídos rostros que miraban a dónde
con recelo
los labios que volaban y quizás
no sepa nunca quién me ama.
          Ciertas visiones te asustaron
a la puerta del cuarto en Mercaderes
donde estuve por cierto a punto de vivir
y festejar los novecientos siglos
de tu muerte súbita
o la muerte que tengo adormecida
en la calle de Zanja
frente a dos o tres chinos
con los ojos perdidos
y la cabeza ida.
          No te parece que hoy es demasiado tarde.
          Cuando se preparaban las citas 
en el Prado
y los hombres se miraban
como los relámpagos dormías
remoto disfrazado
dejándote adular bajo el cielo de Cuba.
          Ahora estás entre la luz
y en Guane o Artemisa como un vaho
como un cero a la izquierda
en la vida de los vivos
y los muertos.
Fantasma de Julián del Casal
no me dejes este frío a mí.

Sigfredo Ariel (tomado de La Gaceta de Cuba, UNEAC, septiembre-octubre de 1993, p.14).

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