CUESTIÓN DE ESTADÍSTICAS

Según los sabihondos las estadísticas son, la ciencia que utiliza conjuntos de datos numéricos para obtener a partir de ellos, inferencias basadas en el calculo de probabilidades. Y en ellos lo basan todo, las audiencias televisivas, radiofónicas, los gustos de la población, los votos electorales y todo cuanto pueda sumar y restar en la sociedad.

Pero que es un individuo en una estadística. Absolutamente nada, ni siquiera esta representado en el tanto por ciento que la estadística expresa. Así te puedes ver identificado con el consumo de determinados yogures, o con ser un telespectador de uno de los tantos programas que acaparan la máxima audiencia de la llamada tele basura. Aunque nunca hayas probado dicho yogurt en tu vida, ni sepas de que va el programa. Es curioso, casi todos niegan que ven esos programas, así como también niegan que votan por partidos políticos que obtienen mayorías absolutas. La gente a veces niega lo que en intimidad adora. De ahí que las estadísticas pueden darnos una realidad tan falsa, como una respuesta. La sociedad es bastante ilusa y se deja llevar por los grandes manipuladores de los números.

Un día escuche en la radio, sin contar en el por ciento de radioescuchas, "Si usted come un pollo entero y yo no me como ninguno, entre los dos nos habremos comido medio pollo cada uno", ¡Pero mientras usted, barriga llena, comparte estadísticamente su manjar, yo en cambio tengo hambre, mucha hambre!

Muy importante resultarán a niveles globales, para saber las tendencias del consumo, para encaminar las producciones de cuanto articulo necesita el ser humano actual para vivir, pero también para controlar las tasas de natalidad y defunciones que podrán en un futuro cercano invadirnos.

Sepan señores de las transnacionales estadísticas, de las globalizadas maquinarias de los por cientos, y de los números pálidos y fríos, que detrás de cada punto, valor, coma, asterisco, suma, resta, porcentaje, etcétera hay corazoncitos palpitando, individuos que aman, sufren y sueñan.

febrero 2003