LIUBA

En los últimos días me han llegado por diferentes vías los dos últimos discos de Liuba. El "Liuba canta a Teresita" me lo mando un gran amigo desde La Habana, y el "Naranjo en flor" gracias a un gran tropero siempre servicial. Por lo cual llevo varios días escuchándola.

Los discos me han encantado, los dos mundos que encierran cada cual.  Pero no me sorprenden, pues yo he seguido la obra de Liuba desde sus tímidos comienzos en los primeros años de la década de los 90's. Apareció justamente en las pantallas y la vida musical de la isla, justo cuando se supo que Albita se había marchado a otras tierras de forma definitiva y paso a la lista de las prohibidas y olvidadas.

Liuba despuntaba como la nueva cantante de música campesina, con ligeros toques de modernidad, le daba al canto guajiro su impecable voz y su indiscutible talento. Llego rápido a la preferencia de muchos, y la música infantil, la trova, la música tradicional, y los tangos, formaron parte de su repertorio en los primeros conciertos, por lo que desde muy temprana fecha podíamos imaginar estos discos nuevos, como mismo paso con las "Habaneras" que tan fantásticamente entona.

En los últimos discos de Liuba extraño el laúd guajiro, el tres cubano, y sus tonadas campesinas, pero puedo reconocer que ha crecido como interprete, ampliando su horizonte, llegando a metas que alcanza con genialidad y talento indiscutible.

Retos que se impone la artista, no siempre fáciles, cantar música guajira en un país donde esa música era y aun es considerada chea (o fuera de moda) cantar para los niños, algo tan difícil y tantas veces poco reconocido, y ahora tangos, genero que al menos en la isla nunca ha gozado de mucho publico y menos cantado en la voz cristalina de una mujer.

Mi admiracion una vez mas para Liuba, para esa personita que con ternura infinita logra sentarse en las estrellas de sus sueños, le dedica una canción a Ada Elba Perez, esa vieja amiga de eterna juventud. Y con la voz de un ángel llega a mis oídos.