lunes, 30 de marzo de 2009
domingo, 29 de marzo de 2009
HIJA DE LA DECIMA
para mi prima Carmita Cuando hace algún tiempo te escribí un extenso poema, que hablada de ciertos hilos invisibles que nos atan, que nos unen en una dimensión desconocida, trataba de dejar plasmado esa suerte que nos brinda el destino de compartir tantas cosas, desde la existencia al unísono hasta los apellidos, el pueblo, la pasión. Tal vez por ser la mayor de tantos primos que nos criamos como hermanos, te miramos siempre como la guía de todos nuestros juegos y nuestras inocencias. Por eso cuando en tu casa descubrí los libros de Marti, de Neruda, y otros tantos, que eran de tu padre, aprendí del tesoro que guardaban aquellas páginas vigiladas por la estática mirada de un dragón azul. En el patio donde el ciruelo se empeñaba en hacernos compañía, pasamos toda la infancia, devoradores de pan con aceite, y alguna limonada que ya nunca mas ha vuelto a ser la misma, no tanto por el jugo de los limones criollos recogidos por nosotros mismos, como por la frescura de las tardes bajo la tierna mirada de una abuela de luz, y dos hadas madrinas que estaban presentes siempre, una con su sombrilla y la otra atenta al café, una blanca y la otra negra, iguales para todos. Siempre recuerdo aquella calle de nuestra niñez, aquella casa, la puerta enganchada y cuando dejaban el litro de leche, y la viejita aquella que quería que yo le trajera un puñadito de tierra, no recuerdo ya si de Pinar del Río, o si de alguna otra parte. Cuantas horas dedicadas a crecer nada mas, a ser felices, teniendo cerca a esos seres que lo dieron todo por nosotros, y ya no están. Tal vez tu visión, por ser mayor, no sea exactamente igual a la mía. Seguramente distorsiono instantes, confundo fechas, exagero. Pero te seguíamos, inconcientes, si decías que algún libro valía la pena, si Serrat, si Silvio. Cuando años mas tarde choque de golpe con tu libro de Benedetti, aquel donde conocimos de "táctica y estrategia" y otros tantos poemas clásicos hoy, insustituibles. El mismo libro que de ir y volver de librero en librero, olvido de donde procedía. Mas tarde Tagore y su "Ofrenda Lirica" y así sucesivamente, desde la mancha de Chaplin en la pared hasta la ultima décima improvisada por Valiente. Cuantos dominós y cubiletes, cuantas comidas, cuantas anécdotas. Llegar a tu casa siempre fue llegar a la mía. Nunca me sentí extraño en aquel mundo. El ángel de la felicidad de aquel hogar fue sin lugar a dudas tu madre, nuestra querida Mima, que supo ser feliz por fuera y para todos. Que con su carácter noble y explosivo, sacaba estrellas de la maquina de coser y sabia el secreto de los tamales. Le brotaba el isleño del corazón. Por eso nunca dudamos cuando un día nos preguntaron ¿Quién ustedes creen que debe ser la primera en ir a Canarias? Heredera natural de la cabeza de la familia desde el día que nos falto la abuela. Pero no recuerdo estas cosas con tristeza. Fuimos privilegiados y hemos aprendido a dar amor a nuestros hijos, transmitirles lo mismo que nos dieron a nosotros. La vida finalmente nos encamino a cada cual, tal vez nos hizo trampas el destino. Un día te vimos aparecer con otra mitad, algunos les llamábamos el once, peculiar manera de ponernos nombretes, pero llenos de ternura, así tuvimos a las dos urracas, un mango filipino, un culo bajito y otros que ahora no recuerdo. Pero también te di mi apoyo incondicional el día que supiste decir basta, y no quedarte como rama herida secándote y marchitándote en soledad, como hicieron algunas de nuestras mas queridas tías, la vida a veces hay que obligarla un poco, a que se amolde a nuestra felicidad, a satisfacer los deseos imprevistos de nuestros corazones. Bueno, a veces estas cosas andan atascadas en nuestras almas, hay que sacarlas, dejar el sitio libre a nuevas vivencias. Andar lejos de todos, de todo aquello, me hace a falta de tener a mano aquella realidad, construírmela con palabras, tapizadas por nuestros mas sinceros sentimientos. Y allí, siempre estas tu, le elegida, la preferida de todos, mi prima mas poética, la que nació del verso de una décima improvisada que germino en flor, único tesoro que conservo tu madre de lo que fue su silente y mas puro amor. Febrero 09 |
domingo, 8 de marzo de 2009
VIAJAR CON LA MUSICA (A GISELLE Y THOMAS)
Dicen que cuando vemos una estrella fugaz desplazarse en el cielo, que apenas dura un instante el flash de su centellear, hay que pedir un deseo. Las estrellas, que son todos aquellos cuerpos celestes (a excepción de la luna) que brillan en la noche, o incluso en el día, pues el sol es un típico ejemplo de una estrella. Pues he comenzado hablando de astros luminosos pues generalmente viajo al mundo incandescente de estos cuando escucho la música de Giselle y Thomas. Sin pretender endosarlos en un estilo predeterminado, me traen recuerdos del barroco, del romanticismo clásico, hasta ciertos giros de música electroacústica contemporánea. Así como la composición de las atmósferas estelares se determinan por un análisis espectroscópico de la luz que emiten. Puedo medir la sensibilidad de esta obra, a través de los hondos sentimientos que provoca escucharlos y cuan profundo cavan en nuestros corazones. Si también suelen nombrar a los grandes artistas con el nombre de estrellas, estos lo son no por descollantes, sino por su talento, por el brillo de su propia luz. Pero no solo me emiten a estos lejanos y maravillosos mundos (inalcanzables sin su música). También en lugares más comunes a los hombres en este planeta, como a un bosque, al verdor vivo de las plantas, al naranja marchito de los otoños, o al blanco pálido de los inviernos. Viajaría por toda la gama de incontables paisajes y colores en cada uno de sus temas. "A walk in the garden" nos lleva de viaje por ese mundo maravilloso de los jardines, las flores, las piedras, los insectos, el viento, las gotas de rocío, mirándolo como un transeúnte que penetra en el a vista de hormiga, y no nos quedamos en estos pocos minutos en el jardín en si, podemos subir, a la copa mas alta de los árboles, y como pájaros sobrevolar el verde, tocar el horizonte. Pero hay otra dimensión en alas de la música, cuando son puramente espirituales los sentimientos que evocan. Así los temas dedicados a los abuelos y ancianos cercanos, tocan la ternura inmediata que toda persona muy mayor emite, así como la grandeza de su sabiduría y experiencia. "Nostalgia" y "Mass por Maria" son dos temas que muy profundamente captan el instante de estos ancianos, y sirven como un alivio melódico al sin remedio bello y cruel que es la vejez. Otro ejemplo de esto lo encontramos en "Sonata for Juan Pablo II" donde además hay otros ingredientes, como son el respeto y el amor a lo que significa su santidad para una persona que abraza el ideal cristiano y deposita como perlas de un Rosario sus dedos sobre el piano, para con la belleza de la música rendir homenaje con lo mas puro de su amor. Entonces vemos al hombre caminar solitario, en un encuentro a su vez con su mayor sentimiento hacia Dios, reflexionando de su labor en esta tierra, de su inconformidad plena con sus actos y su alma toda bondad, expuesta a la paz y la luz. Por algún momento he tocado el mar, un mundo de aguas, transparente, húmedo, cristales y espejos que apagan los ruidos del mundo. Azul profundidad donde vuelven a encontrarse nuestros sentimientos, los recuerdos, y aparecen entonces bajo el mar otros jardines, otras luces, otros seres de amor y luz. Que al final son los mismos. Y pasa una luz brillante por el cielo, o por su reflejo, que a estas alturas no es reconocible la realidad. El amor de tan puro hiere. La luz de tan brillante quema. Pido un deseo al apagarse esta música fugaz, escribo esto que empieza hablando de las estrellas a donde suelo viajar muy a menudo, cuando escucho la música maravillosa de Giselle y Thomas. Febrero '09 |
lunes, 2 de marzo de 2009
OTHONIEL RODRIGUEZ, PIANOMAN Y AMIGO
Cuando Othoniel se sienta frente al piano, y comienza a tocar es como si el mundo se detuviera en ese instante y todo ocurriese al compás de la música que producen sus dedos sobre el teclado, impulsados no solo por las ordenes naturales que dicta su cerebro, mas bien pareciera que sus dedos como marionetas los mueve directamente el corazón. Este amigo entrañable, Ariguanabense sin par y con orgullo, nos regala en sus conciertos su alma convertida en manantial, en ojo de agua de su tierra, y fluye la música como un río, que atraviesa caprichoso nuestras vidas y nuestros sentimientos, hasta ir a sucumbir en un sumidero de silencio, cuando la ultima tecla ha golpeado dentro del piano a las afinadas cuerdas y el eco vibrante de la ultima nota ondea en el aire. Su paso por los conservatorios de música "Castillo" "Amadeo Roldán" o "Ignacio Cervantes". Mas las clases de perfeccionamiento con los profesores Sylvia Turk, Fayna Braginskaaia y Manuel Suárez, son la formación de este peculiar músico Cubano. Coincidió con personalidades de la talla del escritor Alejo Carpentier, el concertista Cecilio Tieles, la compositora y pianista María Cervantes (hija del genial Ignacio Cervantes) y el compositor e intérprete César Portillo de la Luz, quienes al apreciar las singulares características del joven pianista le aconsejaron que se especializara en la música cubana. Presentándose en los mas importantes auditorios de Cuba, donde mereció célebres galardones, como la medalla del "75 Aniversario del Palacio de las Bellas Artes", y la distinción 'Adolfo Guzmán', por su aporte al desarrollo cultural de la ciudad de La Habana. Realizar grabaciones en programas de televisión, como solista y como acompañante de las más trascendentes figuras de la música cubana, le han hecho poseedor de una exquisita sensibilidad interpretativa, incluyendo en su repertorio un amplio diapasón que va desde la llamada música culta (o clásica) hasta la música popular. En 1994 Othoniel llegó a Tenerife invitado para la conmemoración del nacimiento de Ernesto Lecuona. En poco tiempo su talento interpretativo fue conocido y reconocido en todo el Archipiélago, casi todos los escenarios de la isla se han rendido ante la música de Othoniel, y desde las atlánticas afortunadas viaja a la península para llevar su arte a otros rincones de la madre patria, siguiendo por diversos países de Europa. En 2002 actuó en Bruselas (Bélgica), Berlín (Alemania), Navarra y Madrid, dentro de los actos conmemorativos del centenario del natalicio de la escritora cubana Dulce María Loynaz, y en la celebración del Día de Canarias en el Parlamento Europeo. En 2004 presentó con gran éxito en la isla de La Gomera su proyecto 'Plataforma Cultural del Atlántico'. Al año siguiente fue contratado para un ciclo de conciertos a bordo de un crucero por el Mediterráneo, que le permitió conocer ciudades como Génova (Italia) y Casa Blanca (Marruecos). Coincidir en el mismo lugar, en los mismos años, cuando de algún modo la soledad y la nostalgia nos golpean, nos brindo su mano mágica de amigo, que así como es capaz de reproducir las mas hermosas melodías con ellas, también nos las ofreció abiertas, inmensas, llenas de una música tal vez silente, pero desbordantes de calor y sincera amistad. Y no es casual que años atrás, el mismo ser actuara de la misma manera con otras personas que tuvieron el privilegio de conocerle, y ya me lo habían descrito desde el día que me recomendaron encontrarlo en ese maravilloso rincón del universo que nos deparo el destino. Nuestro encuentro, memorable, que desde el mismísimo instante nos regalo su espíritu, su bondad y su alegría. Tenerife fue el escenario de fondo para nuestra amistad, isla de una particular belleza donde las noches del Botánico o casa Ábaco, ponen una peculiar banda sonora a tanta inmensidad. Hace poco volvimos a reencontrarnos del otro lado del atlántico, cuando viajo hasta la Florida (Estados Unidos) para ofrecer un concierto en el Auditorio Wolfson, del Miami Dade College, dentro de una delegación del Gobierno de Canarias.
Onelio Pérez Febrero'09 Más sobre Othoniel Rodríguez en http://alpianoothoniel.com/ |
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