domingo, 23 de mayo de 2010

POEMAS DE LISBOA

TENERIFE-MADRID-LISBOA

 

I.

A bordo de un pájaro gigante

con alas de fuego que rompen la noche.

Abajo las ciudades, los pueblitos parecen islas

y de vez en cuando alguna que otra lucecita perdida

que me recuerda a un remero solitario como yo.

Cada cual va a lo suyo

indiferente a cuanto ocurre en el mundo.

Desciende hasta tocar el suelo

ahora las luces se han transformado

a su escala habitual

y la enorme ciudad me devora en su vientre

de asfalto, semáforos y autos.

Voy a mis asuntos

indiferente a cuanto ocurre en el mundo

a cuanto ocurre en cada esquina.

 

II.

Madrid me hace soñar

"guajirito soy"

sus mandíbulas me trituran sin compasión,

voy a contramundo con la esperanza haciendo nido

en mis bolsillos

y relámpagos de neón, relojes digitales y vidrieras

rebotan en mis pupilas asustadas.

Dejo que la ciudad beba de mis manos

y me descubro en cada rostro que me avista.

Madrid me hace soñar

y todo mi sueño tal vez es un mimo

que parece un muñeco de cuerda

inmóvil, como una secuencia fotográfica,

eternamente como una nostalgia vagabunda.

 

III.

Atocha con su verde tropical

El Retiro que se asoma feliz

La Puerta de Alcalá que veo en todas partes

y Las Cibeles preguntando por ti.

Vestigios de La Habana en Lavapies

Tirso de Molina, Sol, Callao

algo mío se esparce por las calles

por cualquier rinconcito de Madrid.

 

IV.

La noche lenta avanza

voy en este tren que se detiene

y vuelve a echar a andar

mientras pasan oscuros por mi ventanilla los paisajes.

La noche es eterna

y canta al ritmo de raíl

voy a favor de un lejano amanecer

y la noche a mi paso se resiste.

"voy... a bordo del encanto

voy soñando el porvenir..."

La ventana se ilumina

y cae lentamente gota a gota

la mañana entre mis manos.

Lisboa aparece al fin.

 

V.

La espera es larga

eternamente lenta.

Los edificios se agolpan unos a otros

y sobrepasan las cúpulas que apuntan al cielo.

Veo otra costa a lo lejos

desconocida, lejana,

que se va acercando con disimulo

hasta el Cristo con los brazos abiertos

como si él mismo fuera cruz.

Las fachadas recuerdan los navíos

que hace años dijeron adiós a las ventanas

donde lloraban mujeres y maullaban gatos.

Ciudad marinera, nido de gaviotas,

río mar este espejo con prisa,

manantial llovizna.

Por las callejas estrechas

baja el gris de las paredes desgastadas

las palomas insisten en las cornisas

y los relojes marcan la hora más vieja de Europa

pero también la más próxima a América.

 

La espera es larga, lenta,

los barcos se acercan y casi se tocan

pero se alejan con prisa

mientras pasa el tiempo

y muere vencido el día.

 

VI.

El sol se hunde detrás de la ciudad.

Mas allá también hay mar

vuelve tímido a cederle el paso a la noche

que trae su manto negro,

tal vez estrellado hoy que hizo buen día

y parece fiesta.

Viene la noche total

y la luna se afila sus puntillas

Nocturna bestia la ciudad despierta.

 

Lisboa. octubre 1998

 

 

MADRUGADA EN LISBOA

 

La noche con su paraguas

y las ventanas dormidas

se maquilla la ciudad

como niña presumida.

No hay cafés de madrugada

solo los parques vacíos

las palomas que no duermen

y basureros con frío.

 

En bancos equidistantes

y en los portales sombríos

duermen cuatro vagabundos

con sus trapos y el rocío.

La noche con su paraguas

y las ventanas dormidas

se acurruca mi nostalgia

y Lisboa entra en el día.

 

Lisboa, marzo 1999

 

 

SI SUEÑO

 

Si sueño que no te quiero

es por no poder verte

si estoy despierto.

 

Si sueño que no te veo

es porque te tengo

y no te siento.

 

Si sueño que no te tengo

es por no encontrar respuesta

al preguntarle al viento.

 

Si sueño que no te quiero

es porque cuando sueño

sueño que te sueño.

 

Si sueño que no te sueño

es porque apareces lentamente

y estoy despierto.

 

Lisboa, marzo 1999

 

 

HABANA EN EL CORAZÓN

 

Transparente y obsesiva

víctima cruel de los espejos,

esclava del pincel gris de mi poesía

escondida en la paleta

de un pintor abandonado.

Víctima de mi amor muerto

como una ventana sola en el desierto,

el mar besa tu boca y tú mi pensamiento.

Habana en el corazón

como un dardo sin sueño.

 

Bella y descolorida empujando tormentos,

ya me robaste el mundo y yo me lleve tu aliento.

 

Lisboa. marzo'99

 

 

TRAYECTO

 

Redescubrí a Ruibal

y la noche se iba sola,

le cantaba a mi sombra

y me regalaba Lorca.

La "waltman" no es infinita

porque termina en el cable,

Silvio canta en todas partes,

Madrid se ha quedado atrás

con mis pasos en su sangre.

 

Lisboa, marzo 1999   


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